Teambuilding es la expresión anglosajona que se refiere a la construcción de equipos.
En nuestro país, su comprensión más popular y frecuente se ha reducido a una actividad, habitualmente outdoor, de unas pocas horas o cuando mucho de una jornada, donde un grupo de personas pertenecientes a una empresa enfrentan una prueba, juego o desafío generalmente divertida y adrenalínica, y que no tiene seguimiento, ni proyección en el tiempo.
Nuestra manera de entender un Teambuilding es más amplia y se refiere al trabajo, de mayor o menor extensión, facilitada por un coach profesional, dirigida a un grupo de trabajadores, ejecutivos, funcionarios o miembros de una empresa, organización o colectivo, destinado a convertirse en un equipo propiamente tal, conectado con su propósito esencial, de acuerdos con sus metas y objetivos, trabajar como un sistema vivo y aprender los mecanismos y principios que son necesarios para que cada una de sus partes respete y actúe para el bien colectivo e individual del mismo.
Con frecuencia puede incluir actividades indoor o outdoor, que representen desafíos lúdicos que permitan el aprendizaje de manera experiencial y también su comparación o trasposición de sus maneras de actuar al día a día laboral. Para eso es fundamental el adecuado “debriefing”, bajada o reflexión antes, durante y después de la actividad, como también los frutos que los participantes se pueden llevar a su vida cotidiana. Sin embargo, el Teambuilding es mucho más que esto e incluye pruebas diagnósticas que se pueden realizar, talleres para el trabajo personal, autoconocimiento, conocimiento entre los miembros del equipo, constelación sistémica de la organización, aprendizaje de conceptos, modelos, estudios y experiencias de equipos exitosos y de los liderazgos requeridos, siempre con metodologías que permitan la internalización e incorporación de los conocimientos y su aplicación práctica en la vida; como también incluye, coaching de grupo, coaching individual, tareas o ejercicios orientados a la transformación personal y colectiva en las maneras de pensar y actuar para producir los cambios o mejoras esperadas por los interesados. Se trata de un proceso y no de un “one shot” o una actividad aislada que fácilmente puede ser olvidada con el tiempo, especialmente si un grupo quiere pasar a ser un equipo y de ahí a convertirse en un Equipo de Alto Desempeño (EAD).
Para comprender con mayor profundidad este concepto, sugerimos leer las diversas secciones y servicios de TeamBuilding Partners.